El
Egipto histórico empleó siempre y con profusión el
oro y la
plata en utensilios preciosos y para recubrir o chapear otros de
bronce, piedra o madera. Consta que las minas de
cobre del istmo de Suez se explotaron desde unos 400 años a.C. Las vajillas de corriente uso en los templos y palacios y aun en casas de gente pudiente, eran de plata o de oro con relieves y grabados de figuras dispuestas en zonas alrededor de la vasija. Con oro, plata y
marfil o con bronce dorado, se labraron muchísimas estatuas en honra de las divinidades egipcias y de personajes y asimismo tronos adornados de pedrería,
brazaletes,
collares,
anillos, etc. Se revestían con plancha de oro o de electrón las puertas de los templos, los relieves de piedra y aun los zócalos y obeliscos más estimados. Se empleaba el bronce, como cosa ordinaria en utensilios domésticos y en estatuas adornándolas a veces con incrustaciones de oro y plata.